Antonio Eloy Jiménez Rodríguez es un joven bailenense que reside actualmente en la ciudad de Midland, Texas (Estados Unidos). En 2013 cruzó el Atlántico para trabajar en esta ciudad que tiene 180.000 habitantes y es considerada la capital petrolera de Estados Unidos. Como nota curiosa, es la ciudad de nacimiento del ex presiente de los Estados Unidos, George Bush.

Conozcamos un poco más a Antonio Eloy…

¿Qué te hizo salir de Bailén?
Más que nada la aventura, conocer lugares nuevos… inquietud. Desde que me encontraba en la universidad siempre he sido bastante inquieto; estuve de Erasmus en Alemania un año, luego otro año de intercambio en México, y después de estas experiencias tuve la oportunidad de venir a Estados Unidos y la verdad que no lo pensé dos veces y me lié la manta a la cabeza… Siempre he tenido la actitud y la idea de que, si algo va mal, se puede volver a Bailén.

¿En qué trabajas actualmente?
Trabajo en la industria petrolera. En la zona donde yo vivo es la principal fuente de empleo con diferencia, ya que vive casi en exclusiva de ello. Mido la calidad con la que el petróleo sale de los pozos, ya que no es homogéneo y cada día es diferente.

Para quien no te conozca, ¿quién es tu familia o cómo te conocen en Bailén?
Antonio Eloy, hijo de María José, que trabaja en el centro de salud, y Antonio, en el 061.

¿Te planteas volver en algún momento a Bailén?
Claro que sí, es algo que desde el primer día que salí he tenido en la cabeza, y volveré si todo va bien en un futuro. Lo difícil de saber es la fecha, ya que a corto plazo no creo, siempre sigue habiendo ganas de alargar la experiencia fuera, de conocer nuevos sitios o enriquecerse con culturas diferentes, lo que sí es cierto que volveré, y no sólo para ver a la familia.

¿Qué es lo que más echas de menos de tu pueblo?
La lista podría ser interminable y estar hasta mañana (ríe), obviamente la familia es lo principal, tu gente, tu grupo de amigos (que, por cierto, cada vez que voy no puedo estar mejor, es juntarnos y parece como si nunca hubiera pasado el tiempo), las tapas, costumbres, el aceite de oliva (aunque he de confesar que desde hace años me acompaña aquí en USA aceite de nuestro pueblo), ¡pero nunca sabe igual! El poder disfrutar en alguna terraza unos churros, unas tapas, ¡saludar a la gente por la calle! Son muchas pequeñas cosas que habitualmente no valoramos hasta que dejamos de tenerlas.

Desde el extranjero ¿se conoce Bailén?
Aquí en Estados Unidos en general el conocimiento del mundo (fuera de Estados Unidos) es bastante limitado, por desgracia hay gente que ¡hasta le cuesta situar a España!. Aunque cierto es, que siempre que puedo hago un poco de patria, y me gusta mucho comentar que soy de la ciudad donde Napoleón perdió su primera batalla, así como regalar el mejor aceite del mundo y reivindicar que es de Bailén.

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