El 18 de julio es una fecha «sagrada» para buena parte del pueblo de Bailén. Da igual que se superen los 45 grados, que sea lunes, domingo o jueves. La mayoría de los ciudadanos dejan a un lado sus quehaceres y, en algún lugar del recorrido, aplauden y arropan al ejército que, cada año, es protagonista de las Fiestas Conmemorativas de la Batalla de Bailén.

Este 18 de julio no ha sido diferente: los bailenenses (y muchos visitantes) han salido a las calles para acompañar y dar la bienvenida a la Compañía de Honores del Regimiento Acorazado «Córdoba» 10, con bandera, Banda de Guerra de la Brigada de Infantería Mecanizada «Guzmán el Bueno» X y Escuadra de Gastadores. Bailén vive así la víspera de la conmemoración del 208 aniversario de la batalla en la que, por vez primera, el ejército napoleónico fue derrotado en campo abierto. Es la particularidad de unas fiestas que no son patronales sino históricas, aunque conceden también importancia a la alcaldesa perpetua, Nuestra Señora de Zocueca.

«Ya están aquí» es la frase más repetida este lunes en la ciudad. Y es que los bailenenses saben que, una vez que llegan sus soldaos, el pueblo está de fiesta. La corporación municipal, con el alcalde al frente, ha sido la encargada de recibir de forma oficial al ejército y conceder permiso para que la bandera de España quede custodiada en el ayuntamiento, expuesta durante varias horas para los ciudadanos que quieran fotografiarse con ella y a la espera de salir a las calles para encabezar y presidir cada uno de los actos de estas Fiestas del año 2016.