Anoto en esta primera página, que me ponen por delante los de Bailén Diario, el saludo a todos los navegantes que recalen en este nuevo puerto informativo en el comienzan a cargarse y descargarse las noticias de nuestro pueblo que, no hace falta que yo se lo escriba aquí, ha vivido tiempos mucho mejores.

Por lo tanto es en estos momentos de tribulación y desplome económico cuando se hacen más necesarios los medios de comunicación para fotografiar la historia de cada día de este pueblo que languidece entre el olvido de unos, la abulia de otros y la nostalgia de lo que un día fue que nos embota a todos.

Son tiempos interesantes los que nos ha tocado vivir y serán los tiempos que luego pasarán a los libros de texto. Son también los tiempos más duros y difíciles de afrontar y a esa tarea, paisanos, habrá que aplicarse para evitar que esto se hunda. Es fácil echarle la culpa a quien gobierna, a quien gobernó o a quien gobernará. En su pecado llevan ya la penitencia. Las estadísticas económicas los ponen a diario frente al espejo de la realidad.

Bailén se desangra en las «escalericas» de Nuestro Padre Jesús haciendo cola a las puertas del INEM. Ni siquiera el alivio aceitunero modera la gravedad de la situación que sufrimos. Así que las cosas que pasan hay que contarlas porque si no lo hacemos parecerá que no ocurren. Y no. No podemos permitirnos el lujo de mirar hacia otro sitio. Los miles de bailenenses que lo están pasando mal no nos lo perdonarían.

Sirva esta ventana en la red para dar fe de que no hay que perderla. La Fe, digo y como me contaba un bailenense, frente a la puerta de El Romerito en mitad de la celebración por el Gordo, que ojalá que los 60 millones de la lotería de Navidad sean el principio del cambio para esta ciudad. Que nos siga tocando la lotería pero en lo político, en lo social, en lo cultural y en lo económico.

Que aparezcan, de una vez por todas, claros liderazgos que acaben con esta zozobra. Aquí se lo contaremos a diario.