Bailén cuenta con una de las extensiones más amplias de viñedos de la provincia, por ello la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía sigue de cerca de la evolución de las vides bailenenses.

En un reciente informen que ha elaborado la consejería de agricultura indica que tras haberse registrado las condiciones meteorológicas óptimas para el desarrollo del Mildiu (Plasmopara vitícola) en vid, se constata la presencia de síntomas en hojas en la provincia de Jaén confirmándose la enfermedad por el Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén.

Como indican desde la consejería se han detectado la presencia de hojas con Mildiu en el término municipal de Torreperogil y Bailen, en parcelas donde las viñas están adelantadas con respecto a la fenología dominante de la zona y que a principios de junio los pámpanos estaban desarrollados (más de 10 cm de longitud).

Estas contaminaciones primarias provienen de las lluvias registradas a finales de mayo. Estas primeras manchas no revisten gravedad, aunque podrían ser origen de complicaciones posteriores en el caso de que se produjeran nuevas lluvias. Ante este supuesto, aconsejan que los viticultores estén atentos a las previsiones meteorológicas, con objeto de tomar las medidas oportunas de protección fitosanitarias de los viñedos.

El Mildiu

La Plasmopara viticola es un hongo de la familia de los peronosporáceos. Este patógeno produce una sintomatología muy determinada. En la hoja aparecen regiones de aspecto amarillento que se conocen con el nombre de «manchas de aceite».

Si el ataque acontece en los periodos de floración-cuajado puede producirse la pérdida total del racimo, mientras que si el ataque es más tardío, el ataque sólo afectará a una parte del racimo. Nunca se ve ataque tras el envero del racimo.

En el racimo se manifiesta de varios modos, los granos pierden fuerza y se caen, de forma parecida al ataque de la polilla de racimo (lobesia botrana), otro modo es el «asocarramiento» de la punta del racimo, los granos de la punta del racimo, incluyendo la raspa, quedan secos, como quemados, estando todo el racimo completamente sano. Cuanto más desarrollada está la uva menos vulnerable es a esta enfermedad.