Tras el “Saludo” el mundo cofrade bailenense se congregará a las 20.30 horas en el salón de actos de la Casa de la Cultura para presenciar el trigésimo segundo pregón de la Semana de Pasión y Gloria de Bailén que este año corre a cargo de Enrique Camacho Sánchez.

Previamente al pregón la Asociación “Unión Musical Bailenense” ofrecerá un concierto de marchas procesionales. Seguidamente, Juan Pedro Lendínez, pregonero en el 2015 será quien presente al pregonero de 2016.

Para quien no conozca a Enrique Camacho, se trata de un bailenense, miembro de una familia con arraigada tradición cofradiera. Maestro de profesión, Camacho  ha recorrido centros educativos de media provincia de Jaén y Córdoba, en la actualidad imparte clase en el Centro Educación Permanente de Arjona.

Curiosamente el pregón llega en un momento muy especial para él, ya que como informaba a Bailén Diario coincide con el 25 aniversario como docente y de matrimonio. Entre su formación, además de contar con un master en Educación de Adultos, también tiene el de  Artes plásticas y diseño en la especialidad de cuero artístico en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria de Córdoba, de ahí su participación activa en “Arte en Cuero”.

En el apartado cofrade, Camacho es la tercera generación en su familia como hermanos de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores y Cristo del Buen Morir. Asimismo, fue uno de los primeros anderos que portaron las “andas chicas” en su cofradía, habiendo sido fijador, costero y patero durante todos los años en los que ha sido costalero de la Virgen de los Dolores.

Enrique Camacho manifestaba a este medio que le hizo mucha ilusión cuando le designaron como pregonero, es por ello que como asegura “durante estos meses he estado en una nube”, sin embargo a medida que se va acercando el momento manifiesta  que van aflorando los nervios. Un pregón, donde ya nos adelante, que tendrá un enfoque sobre sus vivencias personales, donde a través de un lenguaje sencillo, explicará todo lo que ha vivido en el mundo cofrade, principalmente en torno a su cofradía. De igual forma, Camacho asegura que lo que más le apena es el tener que haber quitado cosas que ya había escrito en el pregón para que no se alargara en demasía.