Desde el pasado lunes el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico custodia el conjunto textil rojo que regalaron los Reyes de España Isabel II y Francisco de Asís a la patrona de Bailén, Nuestra Señora de Zocueca.

El motivo no es otro que la restauración de este conjunto compuesto por el manto procesional y la saya de la Virgen y la capa del Niño. El informe diagnóstico fue realizado en las instalaciones del IAPH y redactado en junio de 2015 junto a la propuesta de intervención.

Inscripción dedicatoria en la parte inferior o cola del manto procesional. Fotografía: Eugenio Fernández Ruiz

Según la tradición, el manto es un regalo de los Reyes de España Isabel II y Francisco de Asís a la patrona de Bailén, después de su visita oficial por Andalucía y Murcia entre los años 1862 y 1863. Se envía a Bailén en 1865 y fue realizado en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara de Madrid. El manto presenta una inscripción dedicatoria en la parte inferior o cola del manto, “S.S.M.M. los Reyes Católicos, Doña Isabel II y Don Francisco de Asís, a Nuestra Señora de Zocueca, Patrona de Bailén. Madrid 1865”.

Como indican dese el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, “el conjunto no presenta grandes cambios y se ha mantenido según su concepción original, se aprecian algunas intervenciones puntuales perfectamente localizadas, que no han supuesto un cambio a nivel morfológico o estético de la misma, ni alteran su integridad física” explican.

En su decoración predominan los elementos vegetales entrelazados, con bordados con hilos y otros elementos metálicos de diferente tipología. Este tipo de bordado se encuadra en el grupo de los denominados eruditos, por el empleo de materiales nobles para su elaboración (hilos dorados, lentejuelas, chapas, cordones, etc), lo variado de la ornamentación influida además por las directrices del estilo de la época, y lo diverso y complicado de su técnica.

Conjunto textil rojo de la imagen de la Virgen de Zocueca compuesto por el manto procesional y la saya de la Virgen y la capa del Niño. Fotografía: Eugenio Fernández Ruiz

Asimismo, los expertos del IAPH han destacado que en el caso del manto la zona más debilitada se encuentra en la parte central de las caídas. “El agremán está muy deteriorado prácticamente casi al completo al nivel de las caídas y en la zona de la cola, con pérdida de material e hilos sueltos, mientras que la saya posee un punto débil que se sitúa en la zona derecha de este elemento, que coincide con la parte del brazo de la imagen”. Asimismo, explican que “la capa del Niño está muy debilitada a la altura del cuello, también con separación de estratos y zonas sueltas del agremán”.

El informe sigue matizando algunos desperfectos que necesitan de su restauración y puntualiza que “se localizan diversas lagunas además de diferentes roturas, siendo el terciopelo el soporte más afectado. También desgastes y deformaciones en las diferentes piezas del conjunto. En cuanto a las alteraciones cromáticas, sobre todo en el terciopelo, que ha perdido parte de su intensidad cromática en el anverso al estar expuesto a la acción de la luz. En la saya y en la capa hay manchas producidas por efecto de la humedad y la suciedad es generalizada en todo el conjunto por acumulación de polvo”.

El tratamiento de restauración propuesto se encuentra en la línea conservativa de acuerdo con los criterios y metodología del Centro de Intervención del IAPH. Esta propuesta se basa en el respeto absoluto por el original y por tanto, las operaciones que se plantean son las mínimas que precisan las piezas, con objeto de devolverles su integridad física sin alterar, falsear, reponer o rehacer piezas. Las operaciones son reversibles y los materiales que se proponen en las diferentes fases del tratamiento son los actualmente utilizados en restauración textil. Todo ello permite seguir los criterios establecidos en esta materia y las recomendaciones fijadas a nivel internacional.

Como ha explicado el presidente de la cofradía, Fernando Muñoz la restauración supondrá un coste importante que se cifra en torno a los 7.000 euros. Cifra que tendrán que fraccionar en tres mensualidades para hacer frente al pago del mismo, en un periodo no superior a un año.